Un sueño
Abrió los ojos y esta vez supo que no se trataba de un sueño. -Es ella-, se dijo. Le apartó el pelo de la cara, la besó de nuevo y mientras lo hacia pensaba que podría estar así eternamente. Las horas pasaban como minutos y el día iba iluminando la noche.
Llegó un momento en el que el sueño dio paso a la realidad y las dudas empezaban a surgir en su cabeza. Se preguntaba si era correcto o no, o si todo acabaría cuando definitivamente se despidiera esa mañana.
Los pensamientos le traicionaban y lo que una vez había sido un sueño, después de ese día podría convertirse en pesadilla. Pasó la mañana y llegó el instante en el que debía decir todo lo que sentía pero no pudo porque había demasiadas dudas que necesitaban respuestas. -El tiempo dirá- pensó, mientras la besaba por última vez.
Salió de la casa y empezó a caminar calle abajo. Al rato, de ella no quedaba sino tan sólo el recuerdo de su sonrisa cuando cerró la puerta. Caminaba de vuelta a su casa y cada paso que daba sentía que dejaba algo atrás. Aún así siguió caminando, ya que nunca se había sentido tan vivo, ya que nunca olvidaría el camino de vuelta, ya que eso no era un final sino un principio.